El Barça recupera la alegría
El FC Barcelona ha recuperado la tercera posición de la Liga Santander tras vivir una noche plácida ante Osasuna (4-0). Los goles de Ferran Torres (2), Pierre-Emerick Aubameyang y Riqui Puig cimentaron la cuarta victoria seguida en el campeonato doméstico del equipo culé, que dominó a placer ante un rival desconocido, quizá el peor que ha pisado el Camp Nou este año. Misión cumplida antes de una semana donde se juega gran parte de la temporada.
Tras las fallidas rotaciones contra el Galatasaray, Xavi confeccionó un equipo más reconocible y se notó. Mucho. Volvían Piqué -su partido 600 con el Barça-, Busquets y Aubameyang, y de regalo Dembélé. De los más habituales, solo se guardaba en el banquillo por precaución a Ronald Araujo, a una tarjeta de la sanción antes del Clásico, y a Frenkie de Jong. Enfrente, un rival con el joven Iker Benito como principal novedad.
Después de dos partidos más que grises contra Elche y el equipo turco, el Barcelona suspiraba por una noche tranquila antes de la semana decisiva que se le viene encima. La tuvo. El Camp Nou disfrutó viendo a la ‘Xavineta’ carburando de nuevo. Antes de la media hora de juego, los locales ya le habían puesto el candado al encuentro.
El Barça se adueñó por completo de la pelota desde el pitido inicial ante un rival manso como un gatito y en apenas 14 minutos le metió tres goles a Sergio Herrera. Dos llevaron la firma de Ferran Torres, el delantero culé al que más le estaba costando ver puerta. Noche de alivio para el valenciano. El otro fue de un tipo que está viviendo una segunda juventud en su nuevo equipo: Aubameyang.
Abrió la cuenta Ferran de penalti. Un desmarque de ruptura de Gavi pilló despistado a Nacho Vidal y al lateral no le quedó otro remedio que arrojarse por detrás sobre el centrocampista azulgrana. Protestaron mucho los navarros, pero el derribo pareció claro. Poco después, Dembélé filtró un sensacional pase a interior a Ferran, que no falló en el mano a mano y batió a Herrera bajo las piernas.
Se gustaba el Barcelona. Una rabona de Dembélé por aquí, unas bicicletas de Dani Alves por allá. El francés metió un centro con forma de banana al corazón del área y allí apareció Aubameyang para meter la punta de la bota y desviar a gol. El africano ha metido cinco tantos en seis jornadas de Liga y también mojó en Europa contra el Nápoles. Ya no queda ninguna duda: es un fichaje invernal para enmarcar.
Osasuna no reacciona
El renovado Jagoba Arrasate trató de espabilar a su equipo con tres cambios al descanso. No le funcionó. Nada más empezar la segunda parte, Dembélé y Aubameyang rozaron el cuarto y Piqué sí la metió en la jaula, pero el gol fue anulado por fuera de juego. Osasuna, un equipo famoso por su intensidad, no mordía ni la mitad que otros días. Brazos bajados y resignación, con eso seguía encontrándose un agradecido Barça. Esa baja por sanción del Chimy Ávila…
Con un panorama así de cristalino, Xavi trasladó su mente a compromisos futuros y pensó en reservar jugadores. Piqué se marchó a la hora de juego para dejar su lugar a Clement Lenglet. Poco después hasta Riqui Puig volvió a enfundarse la camiseta en lugar de Pedri. En la primera que tuvo marcó. Recogió su propio balón rechazado tras un disparó y anotó a placer. La defensa rojilla observó la jugada anestesiada, redondeando una noche para olvidar.
En los últimos minutos también entraron Mingueza, para dar un pequeño respiro a Jordi Alba, e incluso Martin Braithwaite, que llevaba casi dos meses sin jugar. Xavi acabó el partido con un equipo plagado de secundarios y varios miembros de su guardia petroriana sentados a su lado en el banquillo. Su escenario soñado ante un Osasuna que no compareció en el Camp Nou.